Luego de un pequeño viaje al extranjero me he dado cuenta cómo los comerciantes tratan al pueblo panameño.
Primero, se piensan que son unos ignorantes.
Segundo: la sensación de control sobre la supuesta oferta "libre" que he experimentado.
En otros países, especialmente en USA, Japón y Europa, la libertad y variedad de productos es increíblemente enorme, con nichos para lo que uno menos se imagine.
En cambio, acá, pareciera que el libre albedrío de unos cuantos controlaran lo que las personas fueran a comprar.
Lo digo porque pude observar la cantidad de fragancias que he visto online y que supuestamente ya fueron lanzadas en el extranjero, y que aún estamos esperando su "llegada" a Panamá.
Pero lo sorprendente es darse cuenta que todos esos productos se los ofrecen a los extranjeros, porque dichos perfumes (como Infusion d'Iris de Prada, Kenzo Power y otros) que no están a la venta en las perfumerías locales, ESTAN TODOS EN VENTA EN EL AEROPUERTO!!!!!!!
Es decir, los productos sí están, pero no les ha dado la gana de terminar su introducción al país.
Esto es algo que realmente me molesta, porque limita la experiencia personal en estos sentidos, y da a entender que realmente controlan los productos que consumimos, de forma tal que solamente un grupo se beneficie, mientras el resto se mantiene en la ignorancia de una espera y en la ansiedad de un lanzamiento fortuito.
Esto no sucede de esta manera en otros países (ya mencionados arriba)...
Puede que parezca un simple hecho aislado, pero ese mismo "modus operandi" lo copian indiscriminadamente para muchas otras cosas y actividades.
No me parece justo ni ecuánime esta práctica, porque la liberdad para elegir es para todos, y no se necesita que unos cuantos sean los que escojan qué habrá o qué se venderá, cuando todo podría estar mucho mejor y se obtendrían buenos resultados: consumidores contentos y dueños alegres.