Jil Sander aboga por continuar con el escándalo visual ordenado del reciente verano, pero en tonos hipersaturados de la temporada otoñal. Sus cortes siempre minimalistas, sencillos pero precisos y elegantes.
Sugiere el color blocking como el mostaza brillante, junto al rojo.
Otra sugerencia es el "jacket" en tono rosa intenso o "Hyacintus" junto al negro o azul naval.